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“Cuando empiezas a escribir te enfrentas a un lienzo en blanco y te puede acudir muchas cosas a la mente que pueden ser personales y también hay que aprender a lidiar con eso.”
“No puedo abandonarlos, todo el tiempo en el que no he escrito he estado vacía”.
“Si un artista está comprometido con su tiempo y su cultura, tiene que ser humilde”.
Clara Culiaéz Lope se licenció en Psicología por la Universidad Jaume I y actualmente está haciendo el Máster de Psicología General Sanitaria en Barcelona. Para Clara, la psicología y la escritura siempre han estado unidas. Escribe literatura en prosa y en formato cuento, con un estilo sofisticado, localizaciones espacio-temporales sin ubicación concreta y/o ficticias, una atmósfera calificada como gótica y oscura, con trazos de crítica social, y multiversos comunes entre personajes de diferentes historias creadas por la misma autora. A día de hoy, cuenta con más de sesenta relatos breves y cuentos que pueden oscilar entre 600 y 10.000 palabras.
Clara está anclada a la realidad y tiene en cuenta al mundo tangible, pero la escritura le permite transmitir una visión más mágica y ve la literatura más emocionante. Para ella, la Literatura plasma visiones que se entre mezclan con la realidad. La realidad escondida en la ficción como un secreto. La realidad tal y como se conoce ha cambiado por completo, y eso también afecta a la hora de crear.
Clara escribe desde la humildad y sabiendo quién es. Para ella, ser escritora es un proceso personal a muchos niveles. Trabaja sobre cuestiones como los prejuicios, la autenticidad y los miedos. También le gusta incluir psicología en sus textos.
En Mayo de 2020 publicó el prólogo de su obra Celuloides de la Belleza y la Flor del Sufrimiento para el proyecto PANDEMONIUM, a través de Cúmul. Se trata de un proyecto experimental que permite a la autora dar sentido a su trayectoria artística, acogiéndose a lo que ella llama “el camino de la experiencia y la observación en tanto que se amplía la consciencia sobre el mundo y nosotros/as mismos/as.”
Este proyecto nace en medio de una pandemia mundial, en un proceso quebrado de sacar la asociación adelante con sus limitaciones pertinentes. Este prólogo se realizó de manera digital durante los meses de confinamiento.
La Literatura es su vida y le permite estar conectada en todo momento. Es su pasión, casi una razón de ser. Pero no se limita, y en esta última etapa ha comenzado a vincularse con las imágenes.
Las imágenes le han enriquecido y le han dado más perspectivas y nuevas ideas. Clara escribe cuentos, pero se nutre de otras disciplinas y confluye con diferentes perspectivas que le aportan nuevas ideas y proyectos que nunca hubiera pensado. Ha supuesto todo un reto para ella hacer uso por ejemplo, de las redes sociales como un canal artístico ya que la escritora tiene una concepción más clásica sobre cómo observar el arte.
Una de las cosas más importantes para ella como artista es que exista un espacio donde se entablen conversaciones desde diferentes puntos de vista. Fue quien tuvo la idea de crear una asociación cultural en Castellón de la Plana.
Tenía esa necesidad de reunión, ya que para ella las conversaciones que se tienen entre artistas de distintas disciplinas también forman parte del proceso artístico. Cúmul es una fuente de inspiración. Un espacio de reunión donde evolucionar como artista.
La asociación es una reivindicación de que la ciudad necesita más espacios físicos donde los jóvenes puedan tener un lugar artístico propio.Es un reto poder conseguirlo pero a pesar de las limitaciones y las restricciones ambivalentes en la provincia, Cúmul ha sabido adaptarse para aportar riqueza al sector cultural de Castellón.
Clara comenzó a escribir con nueve años. En su diario describe a la gente de su alrededor, indagando sus personalidades. Dibujaba, y escribía historias que se imaginaba protagonizadas por esas personas. En su entorno siempre ha estado presente la cultura y la lectura, convirtiéndose la lectura en un hábito y en su afición favorita.
A los 15 años, Clara tomó conciencia de querer ser escritora y de considerarse como tal a raíz de un texto que escribió en valenciano para el instituto, y que su profesora alabó. Ese fue el punto de inflexión en el que Clara cambió su perspectiva anterior de que no tenía ningún talento artístico.
Durante este periodo empezó a leer de verdad, a dedicarle más tiempo a la escritura; lo que supuso apuntarse al concurso de Literatura Sambori. Comenzó a reflexionar sobre conceptos como la existencia, el ser y la muerte. En esta línea literaria, Clara estaba emocionada y se plantea nuevas preguntas sobre su propia identidad.
A los 18 años le diagnosticaron distimia y dejó de escribir. Un año más tarde, cuando intentó expresar sus sentimientos, comenzó a escribir de nuevo con mucha dureza y más madurez.
“No puedo abandonarlos, todo el tiempo en el que no he escrito he estado vacía”.
Cuando Clara volvió a escribir le animaron a asistir al Taller de Escritura Creativa Fuentetaja en la librería Argot de Castellón. En un principio se mostró reticente, pero acabó siendo lo mejor que le pudo pasar. Enriqueció su conocimiento y compartió su afición con personas que tenían la misma visión.
En el taller exploró historias más góticas y delirantes. Reflexionó sobre la crítica moral y la obsesión con el tiempo. El taller le permitió dejar volar su imaginación y sacar cuestiones sobre la humanidad que tenía guardadas. Su profesor Òscar Gual le ayudó con la técnica y a dosificar su intensidad y potenciar sus virtudes como escritora. Este taller significó para Clara perder la vergüenza y mostrar sus inquietudes. También asistió al Curso de Guión de Cortometraje, dirigido e impartido por la directora de cine Elena Escura; y al Taller de Comisariado Experimental "Relatos desde (las entrañas) de una exposición, impartido por Avelino Sala y Fernando Gómez de la Cuesta.
En Diciembre de 2017 presentó su primera colaboración en el segundo libro del escritor Pepelu Fernández, con quien escribe un diálogo en prosa entre poemas del mismo autor.
Alguno de sus cuentos:
Tres señoras a cuadros.
Oh-Daddy-Oh.
Clara está comprometida con Cúmul y poder sacar adelante este proyecto para desarrollar su creatividad y el de otros jóvenes artistas en el futuro más próximo posible. Los principales escritores la inspiran son Charles Baudelaire y Fiódor Dostoyevski pero, para ella, su propio entorno cobra mucha importancia. Es esencial tener un entorno artístico. Clara observó que en Castellón no había nada y que necesitaba un grupo de personas igual de interesadas por el arte.